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Un nuevo estudio encuentra que el estreñimiento puede ser un signo de deterioro cognitivo y riesgo de demencia. Se ha demostrado que el estreñimiento crónico indica un envejecimiento cerebral significativamente más avanzado.
A medida que aumenta la edad, también aumenta el riesgo de deterioro cognitivo.
El daño gradual a la mente conduce a problemas de concentración y memoria, así como a la incapacidad de formar pensamientos y oraciones completas. Los factores de riesgo del deterioro cognitivo no son sólo la edad, sino también otros factores como el tabaquismo, el consumo de alcohol y las enfermedades crónicas.
En la mayoría de los casos, el deterioro cognitivo conduce a algún tipo de demencia, una enfermedad neurológica que se expresa en un deterioro grave de las capacidades mentales hasta el punto de incapacidad para llevar un estilo de vida independiente.
Además de identificar posibles alteraciones en las capacidades cognitivas, existen otros factores que pueden ser indicadores de riesgo de padecer una enfermedad como el Alzheimer. Una nueva investigación ha identificado el riesgo de demencia en afecciones oculares, presión arterial alta y salud ósea.
Pero ahora los científicos han descubierto el vínculo entre las dificultades para ir al baño y el riesgo de demencia. Los datos de más de 110.000 personas con estreñimiento crónico muestran signos de envejecimiento cerebral acelerado. Los científicos teorizan que el vínculo entre el estreñimiento y el deterioro cerebral se encuentra en el intestino. El microbioma intestinal es un conjunto de cientos de especies de bacterias en el intestino que pueden ayudar significativamente al cuerpo. La rica diversidad de bacterias en el microbioma intestinal puede ayudar a reducir el riesgo de muchas enfermedades, así como a fortalecer la función del sistema digestivo y de otros sistemas del cuerpo.
Se ha descubierto que ciertas bacterias dañinas en el microbioma tienen niveles elevados en personas con problemas intestinales crónicos. También se han informado deficiencias de ciertas bacterias que producen butirato, un ácido graso que ayuda a controlar la inflamación. Estudios anteriores han relacionado los mayores niveles de inflamación en el cuerpo con un mayor riesgo de demencia.
El descubrimiento de los científicos proporciona otra señal que nos hace pensar en una posible demencia. La disponibilidad de tales indicadores, en combinación con las modernas tecnologías de escaneo cerebral, ayuda al diagnóstico temprano de la demencia y al tratamiento oportuno de la enfermedad degenerativa.